Juegos Olímpicos: Atletismo

Las nuevas zapatillas revolucionan el atletismo y amenazan… ¡hasta los récords de Bolt!

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Fraser-Pryce aspira a batir el récord de Florence Griffith que data de 1984. (Getty)

Suena un runrún en el estadio olímpico de Tokio después de la primera jornada de atletismo. «Se van a batir récords, muchos», auguran algunos técnicos presentes de la selección española. Hay una bomba de relojería que está a punto de estallar y son las nuevas zapatillas de suela gruesa revestido en fibra de carbono permitidas por la Federación Internacional de Atletismo que harán prácticamente volar a los deportistas.

Ya lo avisó recientemente Usain Bolt, uno de los muchos atletas que se queja por permitir este desvirtuamiento de la competición y sus marcas. «Es extraño e injusto para muchos atletas porque sé que en el pasado realmente intentaron hacer estas zapatillas y se prohibió. Ahora de repente valen, la situación me parece ridícula». Las declaraciones del recordman de los 100 y 200 metros lisos dejan claro que tiene miedo a que incluso sus marcas inalcanzables puedan ser batidas por un fenómeno que se vivió también en la natación cuando se permitieron los bañadores con poliuretano para después prohibirlos por la adulteración que supusieron para la competición batiéndose en un mismo evento 43 marcas mundiales.

María Isabel Pérez, campeona de España de los 100 metros lisos, habló con OKDIARIO después de caer eliminada en las series de clasificación olímpica y confirmó que las zapatillas van a dar de qué hablar. «Es una nueva tecnología y creo que influye. Cuando estás al más alto nivel todo suma y un plus que uno tenga y otros no pues beneficia y se verá en competiciones próximas. Desde mi punto de vista, sí está beneficiando a quien sepa correr con ellas. Es obvio que son las responsables de este boom de marcas que estamos viendo», analizó.

La sevillana alucinó con la marca de 10.78 de la marfileña Marie-Josée Ta Lou en las series eliminatorias porque era su mejor registro personal y porque nunca se había corrido a esa velocidad en esas series. «10.80 y fácil. Encima lo ha hecho por la mañana. Wow», apunta María Isabel Pérez, quien duda sobre si este boom podrá acabar con uno de los récords más longevos y del atletismo mundial.

En 1984, Florence Griffith dejó tiritando los cronos con una marca de 10.49 –muchos dijeron que lo hizo con barra libre de doping–, una cota inalcanzable hasta que han aparecido estas zapatillas. «Creo que son palabras mayores alcanzar ese tiempo, pero con Shelly Ann Fraser-Price –la campeona olímpica– nunca se sabe. Tiene mucha experiencia y es muy competitiva. Creo que es una marca estratosférica, pero va a estar ahí cerca», puntualizó.

El atletismo tiembla ante la posibilidad de que los récords imposibles ya no lo sean. El de Griffith puede tener los días contados y los de Bolt podrían tenerlos siempre y cuando aparezca alguien que sepa sacarle partido a las zapatillas. Como decía Spike Lee en un mítico anuncio con Michael Jordan para decir que no era tan bueno… «Serán las zapatillas».

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